31 marzo 2007

Haruki Murakami, derecho al Nobel


Lo confieso, me enganchó Kafka en la orilla desde la primera página. No siempre me pasa, de hecho, casi nunca me dio un flechazo así por un escritor. Roger Wolfe y Murakami. Gracias por esos momentos. Seguro que Murakami tiene errores y qué, me lo pasé muy bien y reflexioné, que en estos tiempos que corren no es fácil.
Kafka Tamura me recordó a Cosimo, aquel adolescente agarrado a un árbol en el Barón rampante. Kafka se escapa de su casa a los 15 años en busca de su identidad, a diferencia de Cosimo que se “escapa” por orgullo. Murakami engancha al lector con maestría, con leves pinceladas embriagadoras que obligan a pasar páginas. Dos historias que terminan uniéndose con maestría. Realidad y fantasía, sueños y magia, elementos simples para trasladarse al Oriente.
Amor, muerte, amistad, sexo, familia, todo está en Kafka en la Orilla. Murakami nos describe Japón, nos acerca a su país, recorremos un viaje a lo largo de sus casi 600 páginas. Con Kafka Tamura pasamos a ser adultos. No hay nada que pueda describir mejor este libro que la frase que se repite a lo largo del mismo: "la vida es una metáfora”.

Resumen: Kafka Tamura se va de casa el día en que cumple quince años. Los motivos, si es que los hay, son las malas relaciones con su padre -un famoso escultor convencido de que su hijo repetirá el aciago sino del Edipo de la tragedia clásica- y la sensación de vacío producida por la ausencia de su madre y su hermana, que se marcharon también cuando él era muy pequeño. Sus pasos le llevarán al sur del país, a Takamatsu, donde encontrará refugio en una peculiar biblioteca y conocerá a la misteriosa señora Saeki. Si sobre la vida de Kafka se cierne la tragedia (en el sentido clásico), sobre la de Satoru Nakata ya se ha abatido: de niño, durante la segunda guerra mundial, sufrió un extraño accidente del que salió con secuelas, sumido en una especie de olvido de sí, con dificultades para comunicarse... salvo con los gatos. A los sesenta años abandona Tokio y emprende un viaje que le conducirá también a la biblioteca de Takamatsu. Así, las vidas y destinos de los personajes se van entretejiendo en un curso inexorable que no atiende a razones ni voluntades. Pero, a veces, hasta los oráculos se equivocan.

24 marzo 2007

¿Qué ven las aves?


¿Nunca se han preguntado qué ven los animales que nosotros no veamos? ¿Qué ven las aves que los seres humanos no apreciamos? Los seres humanos hemos llegado a creer que nuestro sistema visual está en la cúspide del éxito evolutivo, pero esta afirmación no es ni mucho menos cierta. Los humanos podemos detectar visualmente objetos a cierta distancia, apreciar el espacio en tres dimensiones, leer emociones con una simple mirada o movernos con seguridad. Dependemos tanto de la visión, que se nos hace complicado apreciar los mundos sensoriales de otros animales cuya capacidad se extiende a otros hábitats, como por ejemplo, el del murciélago.

Pasaron muchos siglos hasta que los primeros expertos se dieron cuenta de que muchos vertebrados, diferentes a los mamíferos, veían colores invisibles a la vista humana: el ultravioleta. El descubrimiento de la visión ultravioleta se debe a John Lubbock.
Las investigaciones llevadas a cabo en las últimas décadas demuestran que las aves, los lagartos, las tortugas y múltiples peces poseen receptores del ultravioleta en su retina. ¿Por qué entonces los seres humanos empobrecieron su visión cromática? Parece que la respuesta está en el curso evolutivo.

Evolución de la visión
Para entender las razones por las cuáles el perro ve en dos colores, nosotros los humanos en tres, y las aves, peces y reptiles en cuatro debemos sumergirnos en los orígenes de la vida misma.

Para entender esta evolución habría que comenzar explicando que en los vertebrados, la visión del color empieza en los conos de la retina. En el ojo hay bastones y conos que son sensibles a la luz, estos bastones y conos transmiten al cerebro lo que captan, es en el cerebro donde se forma una imagen que nos permite ver todo aquello que nos rodea. Es importante aclarar, que el color no constituye una propiedad de la luz, ni de los objetos que la reflejan, sino una sensación que proviene del cerebro. Así, para que el cerebro vea un color, debe comparar las respuestas de dos o más conos que contengan pigmentos visuales distintos.

Mediante el estudio del ADN de las especies se consiguió conoces los cambios que han sufrido los pigmentos de los conos en la evolución de los vertebrados. Los vertebrados primitivos poseían cuatro tipos de conos, cada uno contenía un pigmento distinto. Los mamíferos perdieron dos de estos conos en los albores de su evolución, quizá porque eran nocturnos y no se necesitaban más para la visión; en cambio, las aves y reptiles, conservaron cuatro pigmentos espectralmente distintos.

Tras la desaparición de los dinosaurios, los mamíferos se diversificaron y esto dio origen a los primates, es decir, los monos, simios y humanos, que recuperaron un tercer cono, mediante la duplicación y mutación del gen de uno de los pigmentos que quedaba. Desde este momento, mientras que la mayoría de los mamíferos, ratones, perros, etc., poseen dos clases distintas de conos, son dicrómatas; los humanos diferimos del resto de los mamíferos y poseemos tres clases de conos sensibles en el rojo, verde y azul, en lugar de dos. Aunque parezca un avance, los humanos estamos lejos de la vista refinada de las aves que conservan cuatro conos.

Visión de las aves
Para llegar a la conclusión de que las aves tienen cuatro tipos de conos se tuvieron que realizar numerosos experimentos. El tener cuatro conos implica que uno tiene una sensibilidad máxima al ultravioleta, de ahí, novedosos colores púrpuras resultan al combinar luz ultravioleta y verde, o ultravioleta y rojo.

Timothy H. Goldsmith, profesor emérito de biología molecular, celular y del desarrollo en la Universidad de Yale, y su discípulo y antiguo alumno, Byron K. Butles, investigaron la técnica de la equiparación de colores para explorar de qué modo participan en la visión los cuatro conos. Para entender este proceso, en los humanos dos luces físicamente distintas pueden equipararse en color, lo que demuestra que la percepción del color se produce en el cerebro.

Los conos de las aves y de otros muchos vertebrados han conservado varias características que las han perdido los humanos. Una de las más destacadas para la visión cromática tiene que ver con la presencia de gotitas de aceite, rojas, amarillas, casi incoloras y transparentes. Todas ellas, con excepción de las transparentes, operan como filtros que eliminan la luz de longitudes de onda corta.

Después de esto, ambos científicos realizaron su estudio con periquitos. Se les enseñó a asociar a una luz de color amarillo con recompensa alimenticia, la otra luz a una mezcla de rojo y verde. Durante la prueba, el pájaro volaba sobre las luces, si iba a la amarilla recibía su recompensa, si se dirigía a la equivocada se quedaba sin recompensa.

Tras este primer aprendizaje, donde los periquitos seleccionaban la luz amarilla, los científicos modificaron el “juego”, a la mezcla de rojo y verde le cambiaron la proporción, así se pasó a un 90 por ciento de color rojo y un 10 por ciento de verde (esta proporción equivale al amarillo). Tras el cambio, los pájaros se confundían una y otra vez en su elección.

Conclusiones
Esto demostró que las aves ven como colores distintos las longitudes de onda del ultravioleta y que los conos ultravioleta participan en la visión tetracromática. De esto se deduce que las aves utilizan los cuatro conos en su visión cromática. De todas maneras, resulta muy difícil para los humanos, saber cómo las aves perciben el color. Las aves no sólo ven el ultravioleta, sino también colores que ni siquiera nos podemos imaginar.

Aunque resulta muy difícil imaginar un mundo ultravioleta, podemos comparar las diferentes visiones de un mismo objeto por parte de los humanos y de las aves. Mientras que un ser humano, en una flor como la margarita ve el centro de la flor como un pequeño disco oscuro, una cámara preparada para detectar la radiación ultravioleta ve mucho más que el ojo humano. De ahí, se puede afirmar con rotundidad, que las aves ven colores que nosotros no podemos ni imaginar ni describir.

Adrián Palacios de la Universidad de Yale, afirma que “la comunicación en el ultravioleta ayuda a la supervivencia. Tanto en el reconocimiento entre individuos de una misma especie como en la parada nupcial; en la alimentación, frutas, plantas y flores que reflejan ultravioleta crean formas atractivas de identificar; en la orientación, las radiaciones ultravioleta, altamente polarizadas, guían la migración de aves y peces en la naturaleza; en la predación, el camuflaje, donde el color de la piel o del plumaje se confunde con el entorno natural”.

En definitiva, las radiaciones electromagnéticas, desde las ultravioletas hasta las infrarrojas, producen en los hábitats terrestres una diversidad de ambientes luminosos. Los diferentes animales que allí viven adaptan la biología de su sistema visual a estas condiciones particulares de luminosidad, y aún más, las explotan.

18 marzo 2007

Desde Argentina, Santiago Sylvester


Comenzó a escribir muy joven, casi sin saber que hacía y por desesperación. Fue en la biblioteca de su padre donde descubrió a los clásicos del romanticismo, del siglo de oro o del modernismo. Comienza influenciado por los grandes escritores de la época como Neruda, Vallejo, Miguel Hernández...

Escritor argentino que se encuentra en la madurez de su vida y de su escritura, dice que empezó a escribir por curiosidad y desesperación, y que ahora lo hace por destino. En el trayecto se preocupó casi obsesivamente por pulir el oficio, por superar la etapa de tanteo y delinear su propia personalidad. Sylvester es hoy un hombre que se entrega con talento... en cada frase, en cada verso. Escribe lejos de las obviedades y de la celebración, cerca del drama y de la reflexión. Escribe poesía capaz de cargar con una realidad asfixiante.

Sostiene que hoy por hoy, la poesía es sobre todo una reserva de la intimidad, por eso sus preocupaciones a la hora de escribir poesía son sobre la existencia, más que sobre la esencia. El arte se ha convertido en una forma de proteger la mirada personal en un mundo con unas relaciones humanas cada vez menos personalizadas y más mediatizadas por los medios de comunicación y las características de la vida de las grandes ciudades. Por ello la poesía es una reserva, un refugio de la intimidad, y ha abandonado el tono y los contenidos heroicos, de tesis o de denuncia que tuvo en otros tiempos.

Sylvester cuenta en sus poesías una versión del mundo, este se encuentra en un proceso de disolución. Hombres y mujeres se adentran en la ciudad, a través de esos ojos reflexionan e indagan sobre todo lo que ven. Utiliza una cafetería como símbolo de ese entrar y salir de personas.

El tiempo es otro tema de preocupación, el reloj de pared simboliza que ese proceso de disolución del mundo está apunto de agotarse, sólo falta saber cuando esa puerta se abre o se cierra; por eso dice que lo que conocemos del futuro es el presente. Libro de Viaje es una irrupción, es una sentencia sobre el tiempo.

Leyendo sus poesías podemos deducir que para él, la vida siempre es corta, y la única consecuencia es la muerte. Desperdiciar un día supone el peligro de necesitarlo después. La vida es un ciclo donde unos mueren para que vivan otros. Como dice Sylvester en sus versos, “después de la muerte, ya no existe la vida”.

Sobre el amor nos viene a decir que lo menos importa es donde nace, lo más importante es el momento, se trata de un instante que no dura al aire libre. Nace en cualquier parte, pero no prospera, es una ilusión bucólica, busca sobretodo la armonía pero si nos descuidamos ese momento muere por falta de necesidad.

A Sylvester le interesa la realidad real, realidad es lo que se ve, lo que se vive o lo que uno se imagina. De modo que la vinculación entre poesía y realidad, aunque inevitable, es inestable e incierta, porque con ninguno de estos términos se sabe bien de qué se está hablando.

10 marzo 2007

Ana Istarú: poesía y erotismo


Poetisa, actriz y dramaturga nacida en San José, Costa Rica, en 1960. Su poesía, femenina y cargada de gran erotismo, ha suscitado constantes polémicas entre el público, igualmente le ha hecho merecedora de varios premios literarios.
La mayoría de críticos y lectores de la poesía de Ana Istarú coinciden en que es una poesía de ruptura en tanto es una poesía erótica con perspectiva de género, es decir una poesía femenina pero no feminista, sino una poesía desde la feminidad y sus pasiones, su erotismo, su misión de dar vida a partir del amor. La poeta expresa en sus poemas, sin ningún temor, los sentimientos más profundos de la mujer, haciendo que a través de sus propios deseos podamos ver los nuestros, logrando así que podamos identificarnos en cada verso. Por el erotismo de su poesía consigue que a veces el significado de sus versos puedan ser interpretados de diversas maneras, como corresponde a una verdadera obra literaria, según los propios deseos del lector o lectora.
Como quienes en los sesenta se encargaron de marchar y quemar sostenes en pro de una liberación femenina, las mujeres han tomado el control de lo que se escribe de sus cuerpos y se han decidido a expresar lo que opinan del cuerpo de sus parejas. La poesía erótica hecha por mujeres es completamente diferente a la que promulgan los varones, presenta una visión novedosa de la sexualidad y de la forma de ver la vida y sus emociones. El erotismo en la literatura ha sido mayormente tratado por hombres que analizan a la mujer desde su perspectiva e incluso, en algún momento, fue común que las mujeres que trataban estos temas lo hicieran con el objetivo primordial de satisfacer los deseos del hombre, promoviendo los estereotipos, utilizándose como objetos.
En una sociedad que, en sus palabras, descalifica y humilla a la mujer por su sexo, Ana Istarú ha decidido volver completamente sus ojos a la genitalidad, por eso se expresan por medio del erotismo, que lejos de ser una manera de agredir al varón es un homenaje tardío (porque todas lo admiran, pero pocas lo escriben), a su físico y al ser global que representan como personas. Invito a leer a esta mujer transgresora con la sociedad donde la tocó vivir. Es mi homenaje a las mujeres.

03 marzo 2007

El dueño de media Italia


Silvio Berlusconi nace en Milán el 29 de septiembre de 1936. Hijo de un directivo bancario de clase media, se licenció en Derecho por la Universidad de Milán. Fundó las empresas de construcción Cantieri Riuniti Milanesi en 1961 y Edilnord di Silvio Berlusconi & Co. en 1963, al cabo de cinco años edificó un centro residencial en Brugherio, en las cercanías de Milán, con capacidad para 4.000 habitantes, el primero de su clase en ser equipado con todos los servicios sociales. Al frente de un equipo de jóvenes arquitectos animados con la idea una "ciudad sin coches" y él mismo fascinado por el modelo de ciudad perfecta presentado por Tomas Moro en su obra Utopía, emprendió numerosos e innovadores proyectos urbanísticos dentro y fuera del país. En 1969 levantó el barrio residencial Milán-2, con capacidad para 10.000 habitantes, y en 1973 le siguió Milán-3, para 12.000.
A mediados de los años 70, inició su trayectoria como empresario televisivo con "Telemilano" y el diario "Il Giornale Nuovo". En 1983 y 1984 incorporó a su patrimonio “Italia Uno” y “Rete 4” respectivamente. Estas cadenas, multiplicando sus emisiones a través de una red de televisiones locales y aunadas en la empresa Mediaset, pusieron fin al monopolio de la RAI y consiguieron superarla en audiencia con una parrilla centrada en concursos y otros programas de distracción. Su experiencia le anima a escoger el entretenimiento como el contenido más adecuado, potenciando la emisión de espectáculos y películas. Para hacerse con un archivo lo suficientemente amplio crea una nueva empresa especializada en esta materia y logra acumular una elevada cantidad de material capaz de servir a canales televisivos de cualquier país.

Tras una inicial vinculación al Partido Socialista de Bettino Craxi, el cual autorizó la llamada Ley Mammí, se concentra el poder mediático en manos de Berlusconi. En 1993 fundó el partido político de Forza Italia, con el que obtuvo el poder en las elecciones de 1994, perdiéndolo en 1995 por el abandono de la coalición de la Lega Nord de Humberto Bossi. Su ideal político se basaba en la defensa a ultranza de las libertades personales y económicas y de los valores tradicionales, la reducción del paro y el déficit público ("hay que administrar al Estado como se administra una empresa o una familia"), la creación de empleo y la lucha contra la Mafia y la corrupción, frente a la que se presentó como el único líder limpio y capaz de regenerar el sistema político, diezmado por los procesos anticorrupción.
Ha sido acusado en repetidas ocasiones de conexiones con la Mafia, su mandato empieza a estar salpicado de escándalos y se ve obligado a dejar este cargo en 1995. Por estos casos de corrupción, años después de su retirada del poder es juzgado. Vuelve a ser presidente del Gobierno italiano desde mayo del 2001, indirectamente controla la Rai, la televisión del Estado (por un total de 90% del mercado de televisión italiano) y, en España, el 50,1% de Telecinco.

Al final de la década de los setenta, Berlusconi aprovecha para comprar otros canales. Con todas estas operaciones se convierte en uno de los principales magnates del mundo de la comunicación. Una vez que consolida su posición en este negocio inicia su incursión en el ámbito de la publicidad. Berlusconi va creando un holding cada vez mayor capaz de competir con la televisión pública italiana.

Desde esta posición establece una estrecha relación con Bettino Craxi y potencia su actividad televisiva a través del "Canale 5". Los ingredientes que definen esta fórmula son los grandes espectáculos, las series televisivas y películas, con frecuentes interrupciones. En los años ochenta quiere incrementar su dominio como magnate de la comunicación y se hace con el control del ente italiano. Pero sus actuaciones empresariales no se limitaron a Italia sino que llegaron a Francia, Alemania y España, con la creación de "Tele 5".

Pero su mandato empieza a estar salpicado de escándalos y ve obligado a dejar este cargo en 1995. Acusado de corrupción, años después de su retirada del poder es juzgado.

Acusado de ser anticomunista, racista, por sus patinazos islamófobos, vinculado a la mafia; recuerda a los dictadores porque jamás reconoce sus errores. A comienzos de los años noventa su patrimonio personal se estimó en superior a los 6.000 millones de dólares, colocándose como el hombre más rico de Italia. Según la revista Forbes, Berlusconi es la persona más adinerada de Italia y ocupa el puesto 45 entre las mayores fortunas personales del mundo.