25 diciembre 2006

AQUÍ BAGDAD: CRÓNICA DE UNA GUERRA


¿Cómo se sentiría una mujer occidental en un país islámico? ¿Y si esa mujer es una periodista y cubre un conflicto bélico como es la guerra de Irak? Olga Rodríguez, periodista de la cadena Ser entró dentro de las entrañas de la guerra de Irak y describió minuciosamente su estancia en la capital iraquí. Los sentimientos de una corresponsal de guerra son contados de manera muy expresiva en Aquí Bagdad: Crónica de una guerra.

Los hechos parten del asesinato de José Couso, de cómo aquel triste 8 de abril del 2003, sin saber las razones ni el porqué, un tanque americano bombardeó las plantas 14 y 15 del hotel Palestina, donde se alojaban todos los periodistas del mundo que cubrían aquella guerra. El Pentágono reconoció la autoría del ataque pero sus motivos no convencieron a ninguno de los allí presentes puesto que aquel hotel no era más que un edificio donde los medios de comunicación informaban al mundo sobre todo lo que allí estaba pasando. A caso, y como bien dice Olga Rodríguez “¿los americanos querían echarnos de allí y silenciar todo lo que estaba ocurriendo?”. Es evidente que este hecho marcó la estancia de la periodista en la guerra, y así se refleja en el devenir del libro.

Más adelante se explican los movimientos diplomáticos que durante las semanas previas a la guerra tuvo que desempeñar para conseguir el visado que le permitiera permanecer en el país. Su descripción de la guerra nos pone en la piel de todos aquellos indefensos que padecen en sus carnes las consecuencias de los bombardeos, la convivencia con la muerte, el hambre y la falta de medicinas, etc. A nivel periodístico, nos adentra en la forma de trabajar de un reportero de guerra, las dificultades que allí se encuentra para poder informar a través de un teléfono satélite..., cómo desenvolverse en un terreno tan peligroso. Todo ello se junta y provoca una emoción y un sentimiento en quién lo lee que parece estar allí presente, en el lugar de los hechos, viendo en primera persona lo que la escritora nos describe con su pluma.

Al mismo tiempo que cuenta los hechos, el libro sirve también de reclamo para reivindicar el papel de los periodistas en las guerras y su importancia. Todo el mundo tiene el derecho a estar informado sobre lo que allí está ocurriendo, y de esta manera, ser conscientes los diferentes bandos, que todo lo que pasara en el conflicto será divulgado al mundo, ya sea la violación de los derechos o las barbaries que se produjeran.

No quiere hacernos olvidar que detrás de cada guerra, de cada despliegue militar, de cada bombardeo, hay muchas historias humanas, vidas arruinadas por el conflicto de una guerra que conlleva a la muerte y a la destrucción de familias, y que esas gentes no son nada más que unas víctimas de una guerra que ellos no han elegido.
Más allá de ser un relato novelado, lo que pretende plasmar es el miedo que sufre una población cuando sabe que va a ser bombardeada, la ciudad en la penumbra, el perfume del terror. Aquí Bagdad: Crónica de una guerra quiere mantener fresca en la memoria el recuerdo de su primera guerra en directo, del sonido de las bombas, de José Couso, de Julio A. Parrado, y de tantos ciudadanos anónimos que conoció durante su estancia en Irak. Son esos recuerdos y sentimientos los que ha querido reflejar en las páginas del libro, en el cual "las víctimas son los auténticos protagonistas".

23 diciembre 2006

Marie Curie una mujer adelantada


Marie Curie, Sklodowska de soltera, además de pasar a la historia por sus descubrimientos, fue una de las mujeres más adelantada a su tiempo. Nació en Varsovia (Polonia), en 1867, estudió Química, Física y Matemáticas. Tímida, humilde económicamente, se volvió anémica y obsesiva con los estudios.

El año 1894 fue clave, Marie conoce a Pierre Curie, el que después sería su marido. Pierre al igual que Marie estaba dedicado en cuerpo y alma a la investigación científica. Los dos empiezan a trabajar juntos en el laboratorio, y al año siguiente Pierre se declara a Marie, casándose el 26 de julio de 1895.
El trabajo del matrimonio Curie pronto alcanzó sus frutos al descubrir en 1898 el polonio. En diciembre del mismo año revelaron la existencia de un segundo elemento químico nuevo al que bautizaron con el nombre de radio, elemento de enorme radiactividad. Tendrían que pasar cuatro años para que los esposos Curie pudieran probar la existencia del polonio y el radio.
En 1902, tras muchas penurias económicas y meses de trabajo, Marie logró, al fin, preparar un decigramo de radio puro, había determinado el peso atómico del nuevo elemento. Los químicos tuvieron que rendirse ante la evidencia de los hechos. A partir de aquel momento el radio existía oficialmente.
Mientras la investigación de la radiactividad progresaba, el matrimonio Curie se iba agotando poco a poco y sin darse cuenta, la intensidad de sus radiaciones sobrepasó todo lo esperado.

Premio Nobel
El último y más maravilloso milagro era que el radio podía convertirse en un aliado del hombre en su lucha contra el cáncer. Tenía pues, una utilidad práctica, y su extracción había dejado de tener un simple interés experimental. Iba a nacer la industria del radio. El 10 de diciembre de 1903 se les otorgó el Premio Nobel de Física, compartido junto a H. Becquerel, por sus descubrimientos relacionados con la radiactividad.
Pasaron otros ocho años de paciente labor antes de que Marie lograra instalar la radiactividad en un lugar para la historia, lugar que Pierre no habría de conocer. En 1906 fallecería su esposo; un mes después, el Consejo de la Facultad de Ciencias otorgó a la viuda de Curie la cátedra que había desempeñado su esposo en la Sorbona. Era la primera vez que se concedía tan alta posición en la enseñanza universitaria de Francia a una mujer. La fama de Marie Curie subió como la espuma, se le concedió el Premio Nobel de Química en el año 1911.
El radio que Marie descubrió, y que tantas vidas ayuda a salvar hoy en día, fue el causante de su muerte. Tantos años respirando el aire viciado de sus emanaciones tuvieron un resultado trágico. Los análisis de sangre posteriores descubrieron que el causante del fallecimiento de Marie había sido el radio.
El 6 de julio de 1934, y sin reconocimientos de ningún estamento social, Madame Curie fue enterrada en el cementerio de Sallanches junto a su esposo. Sólo los parientes, los amigos y los colaboradores de su obra científica asistieron al sepelio.

26 noviembre 2006

Plutón deja de ser un planeta del Sistema Solar

La clasificación de los planetas del Sistema Solar ha cambiado, a los escolares que se les enseña en el colegio de carrerilla la lista de los clásicos Mercurio, Venus, Tierra, Marte, Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno y Plutón, van a tener que eliminar a Plutón de la lista porque desde el 24 de agosto de este mismo año, la Unión Astronómica Internacional (IAU) en su XXVI asamblea en Praga dejó de considerar a Plutón como un planeta.

Plutón, que hasta ahora señala los límites del sistema solar, posee una estructura desconocida y sigue una órbita que se diferencia claramente de los demás planetas. No ocupa el lugar que le correspondería aparentemente, por lo que se cree que no es un verdadero planeta sino un antiguo satélite de Neptuno. Según Junachi Watanabe, portavoz del observatorio nacional de astronomía de Japón y miembro del Comité de la Unión Astronómica Internacional (IAU) para la Definición de un Planeta, anunció que “el Sistema Solar tendrá ocho planetas y al menos dos planetas enanos (Plutón y Xena)".

Orígenes de los planetas

Las teorías sobre el origen del Sistema Solar son diversas, algunos afirman que forman una familia común que se originó al mismo tiempo; otros como Kant y Simon de Laplace, sostienen que una nube de gas se fragmentó en anillos que se condensaron formando los planetas; otros científicos consideran algunas hipótesis de catástrofes como la de un encuentro violento entre el Sol y otra estrella. Las teorías actuales conectan la formación del Sistema Solar con la formación del Sol, ocurrida hace 4700 millones de años.

El Sistema Solar está formado por el Sol, los planetas y sus satélites, asteroides, cometas y meteoroides, y polvo y gas interplanetario. Los planetas se dividen en dos grupos, por un lado, los planetas exteriores (Mercurio, Venus, Tierra y Marte) y por otro, los planetas exteriores (Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno y Plutón). Los interiores son pequeños y se componen sobre todo de roca y hierro, en cambio, los exteriores, a excepción de Plutón, de ahí una de sus rarezas, son mayores y se componen, principalmente, de hidrógeno, hielo y helio.

A diferencia de una estrella, un planeta no emite radiación propia y únicamente brilla porque refleja la luz que recibe de otro astro. Los planetas telúricos (Mercurio, Venus, la Tierra y Marte) tienen unas dimensiones medias de entre 5000 a 13000km de diámetro, con una densidad bastante elevada; los otros planetas, los gigantes, mil veces más luminosos y con una densidad cinco veces menor, cercana a la del agua. Esta diferencia se debe principalmente al hecho de que los planetas gigantes están constituidos por elementos ligeros, hidrógeno y helio; en consecuencia, es de suponer que carecen de superficie rocosa, sólida, a diferencia de los planetas del primer grupo, formados por un núcleo metálico, rodeado de un manto y de una corteza de silicatos.

Plutón parece similar a los satélites más grandes y helados de Júpiter y Saturno, pero está tan lejos del Sol y es tan frío que el metano se hiela en su superficie, de ahí que por su rareza pase a ser considerado un planeta enano. Otra de las rarezas de Plutón tiene que ver con su órbita, todo el Sistema Solar es bastante plano, pero las órbitas de Plutón son inclinadas, es tan elíptica que hay momentos que se acerca más al Sol que Neptuno

Descubrimiento de Plutón

Su descubrimiento se debe al astrónomo estadounidense William Tombaugh, fue hallado el 18 de febrero de 1930 desde el observatorio de Arizona, considerado desde entonces como el noveno planeta, siempre llevó consigo la polémica entre astrónomos quienes dudaban de su pertenencia al grupo de planetas de Sistema Solar. Tras muchos debates, la IAU considera a Plutón como un planeta enano. Las razones aludidas, su órbita tan alejada del plano orbital del resto de los planetas, su gran distancia al Sol y a la Tierra, unido a su reducido tamaño.

Nuevos planetas

Al mismo tiempo que la IAU excluyó a Plutón de pleno derecho del Sistema Solar en su reunión de Praga, también se decidió que el número de planetas no se aumentará de 9 a 12, sino todo lo contrario, se reducirá de 9 a 8. El pasado 16 de agosto se planteó aumentar el número de planetas, se añadirían Ceres, Caronte y Xena, pero finalmente, semanas después, el 24 de agosto, la IAU decidió que el número de planetas no se aumentaría.

El descubrimiento en el año 2003 del objeto celeste más lejano del Sistema Solar, también conocido como Xena, avivó la polémica sobre qué tamaño debía tener un planeta. La cuestión parecía peliaguda: si se decidía incluir a Xena entre los planetas del Sistema Solar, también deberían incluirse otros 52 cuerpos celestes, como el asteroide Ceres o Caronte, el satélite más grande de Plutón. Si, por el contrario, se decidía excluir a Xena del conjunto de planetas, muchos astrónomos creían que entonces el diminuto Plutón tampoco debería ser considerado como tal. La solución adoptada fue esta última, desde ahora, en los libros de texto, enciclopedias y demás libros referentes al tema, deberán indicar que el Sistema Solar lo componen 8 planetas puesto que Plutón ha dejado de considerarse como tal, y ha pasado a ser considerado como un planeta enano.
El investigador adscrito al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), José Luis Ortiz, señaló que “los planetas enanos serían tres por el momento, Plutón, Ceres y Xena, ya que se iría ampliando la lista conforme la investigación sacase a la luz más objetos del Sistema Solar que respondan a estas características”.

06 noviembre 2006

En Montera todo sigue igual


Ya han pasado más de dos años y la calle Montera sigue sufriendo el problema de la prostitución. En marzo de 2004, Alberto Ruiz Gallardón y Ana Botella aprobaron lo que se dio en llamar “Plan contra la Esclavitud sexual”, consistía en pedir la documentación a todas las prostitutas, proxenetas o clientes que fueran sospechosos. En aquellos momentos parecía que las quejas y las movilizaciones de las asociaciones de comerciantes y vecinos de la zona, y que estaban en contra de que se ejerciera la prostitución en la calle, iban a ser atendidas.
La policía patrullaba la zona y pedía papeles, muchas de las chicas ilegales huían de la zona por miedo a ser detenidas, fueron unos meses donde si no desapareció la prostitución si se vio afectada y eran muy pocas las que ejercían. Pasados dos años la situación vuelve a ser la misma que antes del Plan de Gallardón y Botella.
A partir de las 12 de la mañana la calle Montera y aledaños se inundan de mujeres que trabajan en la calle, según avanza el día el número aumenta, y a media tarde, la hora de más movimiento, se puede llegar a contar a más 50 chicas ejerciendo la prostitución. Antonio S. vive en Montera 26 desde el año 1961, “jamás en mi vida he visto esta calle tan mal como ahora”. La prostitución a día de hoy es ilegal y como tal debería tratarse, pero el problema no es sólo ese, a esto se une el problema del tráfico de drogas, la delincuencia y las peleas que se producen. “Hay mucho carterista” afirma un vecino del mismo inmueble, “aquí todos sabemos los que se dedican a robar, unos se dedican a las carteras, otros a los móviles, etc., pero la policía no hace nada, mejor dicho no puede hacer nada”.

Si en algo han cambiado las cosas es que la policía permanece vigilante en la zona todo el día, se pueden contar hasta tres coches patrullas y parejas de policía a pie. De vez en cuando piden la documentación a algún sospechoso, principalmente marroquíes que o bien vigilan a las prostitutas o bien trapichean con alguna china de hachís.
El dueño de una tienda de música está indignado, “llevo ocho años con el negocio y mis beneficios van a peor. Si al problema de la prostitución, unimos las obras del tren que nos afectan, puedo decir que cada día viene menos gente a mi tienda”.
Juan Ramírez es el presidente del número 32 de Montera, también fue una de las personas que más se movilizó por solucionar el problema que afecta a los vecinos y comercios. “No podemos hacer nada, hemos mandado cartas al Ayuntamiento y nos dicen que ellos no pueden hacer más, que la policía está en la zona y que no las pueden echar”. El desánimo cunde entre ellos, están cansados y de momento no van a hacer nada, hace un año lo hicieron y un año después la situación sigue igual.

Hay opiniones para todos los gustos, en el Pasaje Comercial de Montera, la dueña de una tienda de reparación de calzados se abstiene de manifestar una opinión, prefiere que estuviesen en casas aunque tampoco lo ve mal “porque ellas son mis clientas también, vienen aquí y me piden que les arregle las botas o zapatos”. Para J.G empleado en una tienda de teléfonos el problema va a venir cuando “ésta calle se corte al tráfico, hasta entonces la cosa no cambiará mucho”.
A otros comercios no les molesta la prostitución en la calle, “es un problema moral que tiene la gente. El comercio que diga que vende menos miente, esta calle está en pleno centro de Madrid y si pasa más gente es también porque están ellas. Si el negocio fuese mal como sería posible que el de la tienda de tatuajes pagase 6000 euros al mes de alquiler” afirma un joven vendedor de una tienda de libros.
Lo que también es cierto, como afirma el portero de una finca es que el valor de las casas pierde cotización, “aquí se cobra 800 euros el alquiler de una casa, si no hubiese prostitución y la calle tuviera tan mala imagen el precio sería mucho más alto”.

Trabajar en la calle

Ivón es una prostituta colombiana de alrededor de unos 40 años, trabaja en la zona de Ballesta. Lleva ya algunos años en España aunque ella tiene la experiencia de haber trabajado en su país e incluso en Japón. “Trabajar en la calle no gusta, es duro, pasas frío en invierno y mucho calor en verano”. Si trabaja en la calle es porque necesita ganarse la vida para poder cuidar a su bebé de tan solo unos meses. “Muchas veces lloro porque no me llega para pagar el alquiler de la casa donde vivo, además tengo que pagar a una mujer para que me cuide a mi hijo cuando yo estoy trabajando”. Si por ella fuera no trabajaría en la calle pero mientras que las cosas no cambien ella no va a hacer nada, lamenta que les afecte a los vecinos y comercios de Montera pero ella dice que “la calle es de todos, a mi ese problema no me afecta, yo trabajo por Ballesta y la calle Gonzalo Jiménez de Quesada, aquí ningún comercio se queja de nuestra presencia, ni tampoco los vecinos”. El principal problema que se vislumbra es la delincuencia, “a mi me han robado el bolso tres veces, y otra vez el móvil”. Esta es una zona muy peligrosa, mucho más que Montera, también porque está más alejada, los comercios que hay son locutorios, tiendas de chinos, bares árabes o algunos sex shop. Se trata de un lugar donde la droga se junta con la prostitución por igual, y todo a pesar de que la comisaría de policías se encuentra unas calles más abajo.

Hablar con estas mujeres muchas veces es prácticamente imposible, el miedo las imbade, muchas de ellas llegaron a España con muchos sueños, se imaginaban una vida mejor, con un trabajo de camarera y con un contrato, pero luego la realidad fue mucho más cruda de lo imaginado. Otras son conscientes de a lo que vienen, algunas de sus amigas trabajan en España y les hablan de la posibilidad de ganar mucho dinero en poco tiempo, en sus países de origen se encuentran en las más absoluta miseria y prefieren trabajar en la calle a malvivir en su país. El principal problema es que muchas veces ese dinero nunca le llega a ellas, son engañadas y amenazadas, de ahí que nunca denuncien por miedo a que les pase algo a ellas o a sus familias. Los chulos o proxenetas, bien localizados y situados frente al locutorio de la calle Jardines, las vigilan para ver con quién hablan, y para controlar el dinero que ellas ganan con dignidad. Muchas de las mujeres que allí trabajan van por libre pero otras prefieren tener a un chulo que las proteja de posibles agresiones por parte de clientes o por parte de otros proxenetas.
Las mujeres se dividen por zonas, todo está delimitado, cada una de ellas conoce su sitio y si alguna intenta quitárselo se produce un conflicto que puede llegar a agresión. “La otra noche dos chicas negras se estaban pegando porque según parece una de ellas le había quitado el sitio a la otra”, según comenta un vecino de la zona.

Las mujeres se sitúan por raza, nacionalidad o sexo. Las chicas de centroeuropa, principalmente rumanas se reservan los mejores sitios, a continuación se encuentran las sudamericanas y los sitios más alejados de la gente es para las africanas. Montera tiene una situación privilegiada por estar en el mismo centro de Madrid, pero en los aledaños del edificio de Telefónica de la calle Fuencarral podemos encontrar a travestís, más mujeres africanas, drogadictas y las mujeres de más edad. Todo parte de un escalafón.
Las mujeres más agraciadas físicamente, como se ha dicho se localizan en los mejores sitios de Montera, ellas son las que obtienen más beneficios y emolumentos, algunas de ellas pueden ganar al mes unos 15000 euros, aunque como se ha dicho no todo el dinero les llega a ellas. Las más afortunadas pueden quedarse con el dinero íntegro, al cabo de unos meses abandonan España y se marchan a sus países de origen con las ganancias, cuando se les acaba el dinero muchas de ellas vuelven a la prostitución porque saben que volverán a ganar un dinero que en sus países de nacimiento jamás ganarían en la vida.
Los clientes son variopintos, los hay de todas las edades y posición social, no es extraño ver a un hombre de negocios trajeado merodeando la zona. Después de dar un paseo y ver a las diferentes chicas, el cliente elige a su preferida, se acerca a ella y establece una conversación sobre tarifas. La calle tiene su propia ley y cuando un cliente entabla conversación con una prostituta, el resto de mujeres se retiran de esa conversación.

La chica explica sus tarifas que suelen ser de 25 euros un servicio completo, es decir, un francés y hacer el amor, a partir de ahí varían los precios en base al servicio solicitado. Cuando se llega a un acuerdo, la prostituta se dirige con el cliente a la calle de Jardines número 2, se trata de un bloque donde se alquila una habitación por 5 euros para establecer el contacto sexual. El tiempo estimado dura unos 15 minutos, nunca más de 20 minutos, el tiempo es oro, y generalmente siempre hay overbooking para coger una habitación.
Las más afortunadas cumplen unos horarios de trabajo de unas 8 horas, las que tienen menos suerte deben echar más horas, y no es extraño verlas de madrugada en la calle.
Generalmente entablar conversación con ellas es complicado, no quieren facilitar datos, la mayoría son chicas muy jóvenes. Las chicas más solicitadas son las rumanas y colombianas, un cliente habitual las sabe diferenciar, “las rumanas son más sosas en la cama pero de cuerpos más espectaculares, si quieres conversación las mejores son las latinoamericanas y accederán a cumplir tus deseos antes que una rumana”, declara un cliente que quiere permanecer en el anonimato.
El problema de la prostitución en las calles céntricas de Madrid es un problema de difícil solución, y a día de hoy ni los políticos mueven un brazo, ni las prostitutas están dispuestas a abandonar sus puestos de trabajo.

ENTREVISTA

El oficio más viejo del mundo está de actualidad por el debate sobre su posible legalización. En las calles de Madrid podemos encontrarnos a muchas mujeres ejerciendo la prostitución, muchas de ellas son inmigrantes sin papeles que trabajan obligadas por diferentes mafias, otras lo hacen por propia voluntad. C.G es una chica brasileña de 37 años que lleva en España 10 años.
Pregunta: ¿Cómo llegaste a España?
C.G.: Vine por voluntad propia, en mi país trabajaba de peluquera.
P. ¿Qué opinas de las chicas que trabajan en Montera?
C.G.: Lo veo fatal, deberían trabajar en casas.
P. ¿Y de las chicas africanas que trabajan en la Casa de Campo?
C.G.: Veo lógico que las lleven a otra parte, para que no estén en la calle y tengan más seguridad.
P. Trabajar en la prostitución debería ser una elección libre y no obligada como ocurre con muchas mujeres, ¿qué te parece que haya mafias que las secuestren y las lleven a otros países a trabajar obligadas?
C.G.: Es un horror, hay que acabar con ellas. Si yo estuviera en esa situación intentaría salir de esa mafia, escaparme.
P. ¿Lo denunciarías a la policía?
C.G.: Mira, hace poco una chica denunció a la policía, ellos le prometieron que la protegerían como testigo; pero que pasó, que dieron con ella y le pegaron una paliza. Tenemos mucho miedo, no quisiera que me matasen.
P. ¿Estás de acuerdo con la legalización de la prostitución?
C.G.: No, no estoy de acuerdo. Que se quede como está y que castiguen a las mafias.
P. ¿Por qué crees que hay muchas chicas que no quieren que se regule la prostitución?
C.G.: Hay muchas mujeres que no quieren legalizarse porque ganan mucho dinero. También, porque trabajando en casas nadie sabe que eres puta, y si nos legalizamos la gente si va a saber de que trabajamos.
P. ¿Tienes miedo?
C.G.: No, estoy tranquila. Además, yo trabajo en mi apartamento sola y lo que gano es para mí, no trabajo para ninguna mafia. Si trabajase para ellas, no denunciaría por miedo pero intentaría buscar ayuda y que no peligrase mi vida
P. ¿Por qué te dedicas a este trabajo?
C.G.: Me gusta la prostitución. Disfruto haciendo mi trabajo.
P. Si te ofrecieran un trabajo por ejemplo de secretaria, ganando 900 euros, ¿dejarías la prostitución?
C.G.: No, no dejaría mi trabajo por ser secretaria. Me gusta mi trabajo, conversar con los clientes…
P. ¿Cual es tu horario de trabajo?
C.G.: Trabajo de lunes a viernes en dos turnos, de 9 a 13h y de 16h a 20h. También trabajo los sábados por la mañana. El resto de tiempo libre lo dedico a estar con mi hija que paso muy poco tiempo con ella.
P. ¿Alguna vez has tenido algún problema con algún cliente?
C.G.: No, jamás, toco madera (se levanta, se acerca a una mesa para tocarla). De los clientes me gusta hablar con ellos, su sentido del humor, son personas abiertas, educadas. Nunca he tenido ningún problema con ellos en mis 10 años de trabajo en España.
P. ¿Qué edades, nivel económico, trabajos tienen las personas que vienen a ti?
C.G.: Hay de todo, jóvenes, viejos, médicos, etc. Hay algunos clientes que se gastan mucho dinero, a veces no tienen suficiente porque se lo han gastado todo, y bajan a un cajero y vuelven a subir con más dinero.
P. ¿Tienes pareja?
C.G.: No, ahora no, hace un tiempo tuve un novio. Tengo una hija de 7 años que no sabe que me dedico a ejercer la prostitución.
P. ¿Qué harás cuando sea mayor, se lo comentarás?
C.G.: No, nunca se lo voy a decir, me da vergüenza que sepa que me dedico a acostarme con hombres.
P. ¿Cuánto dinero ganas al mes?
C.G.: Aproximadamente unos 3000 euros, aunque este mes con la Semana Santa la cosa va peor.
P. ¿Hay alguna anécdota curiosa que quieras contar?
C.G.: No, pero hay algunos clientes que me piden cosas muy raras. Que me mee sobre ellos, etc. Yo creo que esa gente está mal de la cabeza, ¿no crees?

03 noviembre 2006

De las Barranquillas a la Cañada Real de Valdemingómez



Las Barranquillas ya no son lo que eran, para dentro de unos meses el negocio de la droga se trasladará a otra zona de Madrid, en concreto a la Cañada Real de Valdemingómez. La razón es la construcción de las nuevas viviendas del PAU en la zona que recorre la M-40 con dirección a Vallecas. Hasta ese día las cosas seguirán del mismo modo, todos los días acuden unas 2500 personas a por su dosis diaria, unos en coches particulares, otros en cundas y el resto a pie. Las cundas son conocidas como los taxis de la droga, se localizan en varias zonas de Madrid, en Legazpi (cerca del Planetario), en Embajadores y en el Paseo del Prado. Los drogadictos suben a los coches que se dirigen a las Barranquillas, existen varias formas de pagar al propietario del coche, bien con dinero (unos 3 euros) o bien entre todos los que montan le pagan una dosis al conductor.

Adentrarse en el poblado de las Barranquillas es adentrarse en un submundo real, dominado por la marginalidad, el olvido de la sociedad y la cercanía de la muerte. Tres coches patrullas de la policía municipal custodian la entrada, su labor es meramente humanitaria, vigilan que no se produzcan altercados en forma de pelea y auxilian a los drogadictos que sufran una sobredosis, porque allí el SAMUR no entra si no es acompañado de algún cuerpo de seguridad.

El poblado cuenta con unas 80 chabolas, no todas se dedican al negocio de la droga pero si buena parte de ellas, allí viven diariamente unas 200 personas entre ellas niños menores, mujeres y personas de avanzada edad. Las callejuelas están sin asfaltar, son caminos de tierra y barro donde difícilmente pueden circular los coches, no existe el alcantarillado, tampoco los servicios de limpieza, la suciedad, la chatarra, las jeringuillas usadas abundan por doquier. Llama la atención la presencia de coches de lujo y de gran cilindrada, se mezclan los audis, los mercedes con coches destartalados. En las chabolas no hay luz, ni agua, ni teléfonos aunque todos tienen lavadoras, neveras o televisores.

A los lados se agolpan los consumidores, bien en coches o a la vista de todos los viandantes, allí sin ningún pudor se inyectan su dosis. Las Barranquillas nunca duermen pero es principalmente a partir de las 12 de la mañana cuando empieza el movimiento. Allí todo el mundo va a lo mismo, por eso no llama la atención ver a un drogadicto pincharse en una pierna porque el resto de venas de los brazos las tiene con heridas.
Los clanes de la droga lo forman familias enteras de etnia gitana, todos sus miembros se dedican a lo mismo. La chabola es su medio de trabajo, cuando terminan su jornada se marchan a sus casas de protección oficial, bien alejadas del poblado, allí no viven, allí trabajan. El negocio de la droga mueve miles de millones.

Una dosis de heroína o cocaína cuesta 6 euros, teniendo en cuenta que con una pureza del 100%, al mezclar con otros polvos, su valor de ganancias se multiplica por cuatro. La droga pura no se vende, siempre se mezcla para adquirir más valor en el mercado.
Merodeando la zona siempre se encuentran los machacas, son aquellos drogadictos que ejercen de “relaciones públicas” del jefe de un clan. Éste se encarga de buscar y seducir a los posibles clientes, hablándoles de la buena calidad que tiene la droga. Cuando acaba la jornada se le paga con una dosis para consumo propio, porque los machacas también son consumidores. Otra de las labores más usuales que realizan es la vigilancia, se encargan de avisar sobre la posible llegada de policías, en ese tiempo les da tiempo a desmantelar el negocio y aparentar que allí no pasa nada.

Otra de las artimañas que usan los traficantes es poner a la mujer o a los hijos menores a cargo del negocio, ellos se dedican a vender la droga sabedores que la policía no puede cachear a una mujer o sabedor de que el hijo es menor y no le podrán meter en la cárcel, mientras la familia trabaja, el marido se dedica a invertir su dinero en el bingo.
Las chabolas donde se vende droga son auténticos bunker de defensa. Una vez el machaca haya captado un cliente le dirige a la chabola, tras pasar una primera puerta se encuentra una segunda que jamás traspasará. A través de una ventana de rejas, vendedor y comprador realizan el negocio. El vendedor jamás consume droga, para los gitanos consumir droga es algo que prohíbe sus leyes. Al cabo de un día puede llegar a haber vendido 1kg de heroína y otro de cocaína.

Existen otras formas de negocio, los mismos gitanos pueden llegar a alquilar su chabola para que otros vendan allí, por ocho horas de alquiler se cobra 100 euros. Las formas de ganar dinero son muy variadas.
Mientras uno pasea por el poblado observa que hay pintadas contra la policía municipal, un mercedes viejo y destartalado está adornado con la siguiente leyenda “policías municipales que roban droga”. Desde hace mucho tiempo circula el rumor que los propios municipales no realizan actas de incautación, se debe rellenar una especie de formulario anotando lo sustraído, al parecer y según se quejan los propios consumidores, los municipales hacen caso omiso de estas actas y se quedan con sus dosis.

La delincuencia es otro de los problemas que existe en las Barranquillas, muchos de los coches robados en la capital acaban aquí, de hecho las Barranquillas es el lugar de España donde se encuentran más coches robados. Al mismo tiempo se producen pequeños robos entre los propios drogadictos, unos a otros se quitan sus dosis y el poco dinero que puedan llevar encima.
La droga no mira la clase social, allí te puedes encontrar a un pobre enfermo de sida, a un taxista que compra su dosis “porque el trabajo del taxi es duro y para aguantar tantas horas hay que consumir algo” o a ingenieros, que por cosas de la vida han ido a dar con sus pies en el duro mundo de la drogadicción.

02 noviembre 2006

Un Premio Nobel de Medicina clandestino

El pasado lunes 2 de octubre se dio a conocer el Premio Nobel de Medicina y Fisiología, en esta ocasión los galardonados han sido Craig Mello (45 años) de la Universidad de Massachusetts, y Andrew Fire (47 años) de la Universidad de Stanford. Esta noticia que para la amplia mayoría de las personas ha pasado desapercibida, podría suponer un avance científico de suma importancia a la hora de abordar la prevención y el tratamiento de patologías como las infecciones víricas, las enfermedades cardiovasculares, el cáncer o los trastornos endocrinos.

El mérito de Mello y Fire estriba en el descubrimiento de la interferencia del ARN (ácido ribonucleico) como mecanismo de silenciamiento de genes a cargo del ARN de doble cadena. Dicho así, y de este modo, pudiera sonar a ciencia ficción pero traducido al lenguaje de la calle, este hallazgo significa que se puede conseguir controlar el flujo de la información genética. El trabajo de excepcional brillantez fue publicado en 1998 en la revista Nature.

Esta información que debería producir un hilo de optimismo ya que sus experimentos en animales han sido satisfactorios, ha pasado por los medios de comunicación sin apenas hacer ruido. Resulta triste y a veces patético, como a los investigadores se les ningunea y racanean las subvenciones a futuros proyectos que miran por la salud, la ciencia o la investigación. Si el Premio Nobel de Medicina es otorgado casi desde la clandestinidad informativa, si las horas de información televisiva y radiofónica dedicadas a la ciencia y tecnología son inexistentes, si las páginas de los periódicos dejan para las últimas páginas estas informaciones, si los gobiernos destinan unas cifras ridículas de sus presupuestos para la investigación, cómo pretendemos que en un futuro inmediato el hombre descubra la vacuna contra el cáncer o el sida, por poner dos ejemplos.

Si los descubrimientos como la circulación de las bacterias, la anestesia quirúrgica, el haz de los rayos X, el cultivo de los tejidos y el ADN, entre otros muchos avances, han hecho de la medicina lo que hoy conocemos, a quién no le gustaría soñar con que los hallazgos de Mello y Fire pasen también a la historia por su gran importancia a la hora de conseguir aislar las células que provocan los virus.

No pasemos por alto estas noticias y volquemos esfuerzos para trabajar en un futuro mejor, si el galardonado con el Premio Nobel de Literatura se beneficia de este premio para aumentar sus ventas, y lo dice, el que escribe, un filólogo amante de los clásicos, que el Premio Nobel de Medicina no caiga en saco roto y sirva para seguir trabajando en la investigación, y que en un futuro cercano los experimentos en plantas y animales tengan un traslado exitoso a los seres humanos, por el bien de la humanidad y por el bien de todos.