Llegó el día. Así es, hoy por la noche media España estará pegada al televisor para presenciar la gala de Eurovisión. Rodolfo Chikiliquatre, actor y cómico ha conseguido que todos nos aprendamos su letra y baile pegadizo. El festival de Eurovisión pasa por ser un concurso maduro, manipulado y con grandes pérdidas económicas para el país organizador, pero este año viene acompañado por la polémica. Que el chiqui chiqui nos represente en Belgrado me evoca al poema de Miguel Hernández: “La España de charanga y pandereta, cerrado y sacristía, devota de Frascuelo y de María”. Rodolfo como buen actor que es realizó una parodia para su amigo Buenafuente, y lo que empezó siendo una apuesta ha terminado por ser un boom en toda regla. Televisión Española nos vende el Chiqui chiqui a todas horas y hasta en la sopa, la inversión realizada está recogiendo sus frutos como pocas veces. Anuncios publicitarios, descargas para móviles, saraos, actuaciones, etc...Todo un producto de merchandising que empezó en la Sexta y que TVE está sabiendo explotar a las mil maravillas.
Acabó la liga de fútbol pero aún nos queda el Chiquiliquatre. Unos a favor y otros en contra del Chiquiliquatre pero todos reunidos ante el televisor. Me aventuro a predecir que las audiencias estarán al nivel de un partido de fútbol importante de la Selección o de un debate entre Zapatero y Rajoy. El chiqui chiqui mola mogollón, ya sabes...Esta noche en TVE-1 ¡Tiembla Massiel!
Acabó la liga de fútbol pero aún nos queda el Chiquiliquatre. Unos a favor y otros en contra del Chiquiliquatre pero todos reunidos ante el televisor. Me aventuro a predecir que las audiencias estarán al nivel de un partido de fútbol importante de la Selección o de un debate entre Zapatero y Rajoy. El chiqui chiqui mola mogollón, ya sabes...Esta noche en TVE-1 ¡Tiembla Massiel!
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